Los golpes o traumatismos en los dientes de leche son más comunes de lo que se cree. En menores de entre 1 y 3 años, se producen, principalmente, por caídas mientras aprenden a caminar o juegan. En niñ@s mayores, de entre7 y 10 años, se producen por golpes que se dan durante la práctica de algún deporte. Sea cual sea la razón, lo importante es llevar a l@s menores de inmediato al dentista y evitar así consecuencias en la dentadura permanente.
Las fracturas más comunes en dientes de leche
Los incisivos superiores, popularmente conocidos como “dientes de conejo”, son los más susceptibles a sufrir golpes y traumatismos que deriven en quebraduras. Por el contrario, las muelas “de leche”, difícilmente, sufrirán este tipo de accidentes.
¿Qué hacer si un diente de leche se fractura o rompe?
Entregar la seguridad a l@s menores cuando se enfrentan a esta situación es fundamental, por ello, como padres o adultos, lo primero es mantener la tranquilidad pero actuar rápidamente y de existir sangrado, cuidadosamente, limpiarlo con agua. Además, Clínica Everest recomienda:
· Nunca tocar la raíz: según la magnitud del golpe, el diente incluso puede caerse. Lo correcto, es tomar el diente lesionado por la corona, la parte blanca, y evitar tocar la raíz de la pieza afectada pues esa acción podría complicar la reinstalación del diente.
· Guardar el trozo fracturado: si es posible, es muy importante guardar el trozo de diente que se ha roto y desprendido para llevarlo al dentista para su reinstalación o encontrar la mejor solución para reparar el daño provocado.
· Traslado del trozo de diente: la mejor manera de guardar y trasladar el trozo de diente es en un pocillo con suero fisiológico o agua.
Clínica Everest recuerda que la fractura de un diente de leche es una emergencia dental por lo que recurrir a la clínica dental, lo antes posible, será imprescindible para darle pronta solución al problema y asegurar así la salud bucodental de l@s menores en el momento y a futuro.